Las habilidades de autocuidado son aquellas que conllevan el cuidado de uno mismo con referencia a higiene, alimentación, vestido y salud; las cuales son una de las herramientas con las que se llega a la autonomía y a la inclusión en diferentes ámbitos. Por esto, el desarrollo de estas habilidades es una de las principales temáticas abordadas en la asesoría a padres, puesto que es en la familia que se adquieren de primera instancia y de manera más significativa a lo largo de la vida, de manera natural. ¿Por qué es necesario trabajar estas habilidades? Cuidar de uno mismo cuando se es pequeño es una antesala que abre paso a otras acciones más complejas, que dan como resultado la autonomía y habilidades sociales adecuadas al contexto. Dicho esto, es fácil imaginar que el proceso de inclusión en escuelas, trabajos y círculos sociales diferentes será beneficiado si la persona con SD sabe ir al baño solo, comer de manera independiente y atendiendo al uso correcto de cubiertos y servilletas, identificar su dirección para trasladarse en el transporte público, bañarse solo y de manera suficiente, etc.; además de otros beneficios como la disminución de enfermedades que se relacionan con la higiene, como el lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño. En contrapartida, la carencia de estas habilidades puede provocar rechazo, aislamiento y, en definitiva, limitar la calidad de vida. Todas estas conductas que nosotros realizamos inconscientemente, están compuestas por multitud de pequeños pasos, cada uno de los cuales requiere de unas capacidades específicas. Hemos de enseñar a los niños con síndrome de Down a hacer todo esto dejando que practique y no darla por aprendida hasta que demuestre que es capaz de hacerlo y que lo hace habitualmente en distintos entornos sociales.
¿Cómo podemos apoyar a la adquisición de las habilidades? Los niños con síndrome de Down adquieren las habilidades sociales del mismo modo que los demás, aunque se han de considerar algunas de sus características a la hora de planificar el proceso de enseñanza. Los procesos de aprendizaje por los que habitualmente se adquieren las habilidades sociales son: Los niños observan a sus padres, a otros adultos o a otros niños interactuando e imitan lo que ellos hacen. Es el llamado aprendizaje por observación o vicario. En las personas con síndrome de Down es una de las formas básicas de adquisición de las habilidades sociales. Generalmente harán más caso a lo que ven que a lo que oyen, por lo que se ha de tener especial cuidado con los modelos que les estamos dando. Educamos con lo que decimos, con lo que hacemos y fundamentalmente con lo que somos. La consolidación y generalización de las conductas se logra practicando en diversos contextos, en diferentes momentos y ante distintas personas. Es conveniente, por ejemplo, que lo que aprenden en casa, lo practiquen con otros familiares o en distintas situaciones sociales. ¿Cómo empezar a enseñar? Existen varios programas ya establecidos para enseñar procesos de autocuidado, el colaborador de Down 21 y Down Cantabria, Emilio Ruiz, recomienda que las conductas que suponen una habilidad, como por ejemplo vestirse, sea desglosada en pasos pequeños, se usen los mismos pasos y que inicialmente se le incite a realizar la actividad por imitación y en caso de no lograrlo acceder a la realización de la conducta con ayudas físicas y guías verbales Para determinar las enseñanzas que se deben trabajar es preciso saber que las necesidades y capacidades existentes de cada persona son variadas, teniendo presente la edad evolutiva y el desarrollo; así como también que la enseñanza debe ser sistemática, constante y explícita, sin dar por hecho que ciertas habilidades aparezcan solas. Una vez que se han identificado las posibilidades de aprendizaje considerando la edad y las destrezas, debe plantearse lo que se quiere enseñar, por ejemplo, para plantear la habilidad de vestirse, se debe considerar que desvestirse es más fácil y que representa un hito de desarrollo previo. Los pasos pequeños constarán de cada conducta o paso a seguir, dando los apoyos necesarios físicos o verbales para que se realicen los primeros pasos, usando de preferencia las mismas ayudas verbales en cada ensayo, y reforzando la actividad con elogios o palabras agradables. Es importante ir monitoreando el progreso en la enseñanza para retirar las ayudas físicas y verbales cuando sea oportuno, siempre manteniendo en mente que el tiempo para aprender varía de persona en persona. ¿Las familias necesitan recibir orientación? Aunque las habilidades de autocuidado y sociales son enseñadas de manera directa y natural en el ambiente familiar, es recomendable recibir orientación para organizar y estructurar la información según la edad, las capacidades ya adquiridas y las necesidades individuales de los alumno, para desarrollar competencias minimizando las dificultades que se puedan encontrar. REFERENCIAS
Fundación Iberoamericana Down 21. (s/f) Habilidades sociales: Peculiaridades en síndrome de Down. Recuperado de: https://www.downciclopedia.org/educacion/habilidades-sociales/2987-habilidades-sociales-peculiaridades-en-el-sindrome-de-down.html Ruiz, E.. (s/f) Habilidades de autonomía personal: vestido, aseo, comida. Fundación Iberoamericana Down 21. Recuperado de: https://www.downciclopedia.org/educacion/autonomia/2966-vestido-aseo-comida.html Correas, I. (s/f) Habilidades adaptativas: intervención. Fundación Iberoamericana Down 21. Recuperado de: https://www.downciclopedia.org/psicologia/inteligencia-y-aspectos-cognitivos/3016-habilidades-adaptativas-intervencion.html
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