En conjunto con nuestra comunidad a través del método participativo en fundación para Personas con Síndrome de Down A.C. creamos un proyecto de integración sensorial en alianza con la Mtra. María de los Ángeles Hernández Torres y con apoyo de Fundación Punta de Mita a través de la convocatoria FOROB 2019. Este proyecto ha traído grandes avances para 10 niños con síndrome de Down que están siendo beneficiados en primera instancia y les ha permitido desarrollar sus habilidades para tener una mejor calidad de vida. Por ello, queremos recalcar la importancia de la integración sensorial en la vida de cada persona y dejamos un poco de información que esperamos sea de su interés.
Modulación sensorial Una parte del procesamiento sensorial es la modulación sensorial, que nos capacita para prestar atención a lo que es importante en un momento dado. Nos ayuda a filtrar ruidos de fondo y otra información sensorial que no sea importante para la situación en la que ahora estamos. Lleva también a nuestra atención las influencias que son importantes. La modulación controla la intensidad con que advertimos cualquier estímulo sensitivo, elevando o bajando la información según sea necesario. (Bruni, s/f, Pp. 8) Una persona con problemas de modulación sensorial puede sobre o infra responder a las experiencias sensoriales ordinarias. Esta persona es, o demasiado sensible, o no lo suficiente para uno o más tipos de influencias sensoriales. Por ejemplo, un niño en clase puede volver su cabeza a cualquier ruido de fondo y se siente irritado por la sensación de sus calcetines, haciéndole rascarse o manosearse. Esta influencia sensorial no está siendo modulada como para permitirle prestar su plena atención a la maestra.
Con una discapacidad del desarrollo como es la del síndrome de Down, el sistema nervioso tiene menos flexibilidad para adaptarse a situaciones cambiantes y nuevas exigencias. Esperar que el niño sea capaz de adaptarse frecuentemente a situaciones cambiantes y nuevas exigencias provocará mucho estrés. Fisiológicamente, el estrés crónico cambia la situación química del sistema nervioso, haciéndolo, por tanto, menos capaz aún para responder y adaptarse. Cuando estamos bajo el estrés, todos somos menos capaces de aprender y retener lo aprendido, y lo mismo sucede a los niños con síndrome de Down. (...) afrontar las exigencias normales de un día exige más energía para estos niños. Como es obvio, cuanta más energía se exija, el niño se sentirá cansado más rápidamente. (Bruni, s/f, Pp.6) Algunas personas con síndrome de Down muestran diferencias en el modo de procesar la información que reciben. (...) Este desarrollo del sistema nervioso puede aparecer más lentamente en los niños con síndrome de Down. La repetición es vital en el aprendizaje de cualquier persona; por lo general se necesita una repetición más frecuente y durante un tiempo más prolongado en el niño con síndrome de Down. (Bruni, s/f, Pp.1) La siguiente tabla describe ejemplos de conducta típica en muchos niños con síndrome de Down, en contraste con conductas que son más indicadoras de dificultades de procesamiento sensorial. (Bruni, s/f, Pp. 7)
Bibliografía
Bruni, M., (s/f) El procesamiento sensorial en los niños con síndrome de Down. Recuperado de: https://www.down21.org/images/PDF/Procesamiento-sensorial-en-los-ninos-con-sindrome-de-Down.pdf Moya, D., (s/f). La teoría de la integración sensorial. Recuperado de: https://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=2&ved=2ahUKEwi8x66lx77oAhVQS6wKHT4jD-QFjABegQICxAD&url=http%3A%2F%2Fwww.seri.es%2Findex.php%2Fcomponent%2Fphocadownload%2Fcategory%2F3-ponencias%3Fdownload%3D74%3Aintegracion-sensorial-metodo-ayres&usg=AOvVaw3LTUnJZFCDXob-UMr930_g
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