El diagnóstico dual, es decir, el diagnóstico de los problemas de salud mental en personas con síndrome de Down, puede resultar bastante complicado pues presenta la dificultad añadida de discriminar los aspectos realmente patológicos de los que no lo son. ¿Cómo saber si su conducta es normal o es un problema de salud mental?Frecuentemente cuando se realiza una evaluación psicológica o neuropsicológica de las personas con síndrome de Down se toman como criterios cuantitativos el Coeficiente Intelectual y la Edad Mental. La edad mental significa que las habilidades de la persona, tomadas en su conjunto, corresponden aproximadamente a lo esperado de una persona con un desarrollo típico que tuviera esa edad cronológica. Algunas conductas típicas de un adulto con SD, como los soliloquios, no serían consideradas normales en un adulto de la misma edad cronológica sin discapacidad intelectual. Ese puede ser nuestro primer criterio, ¿esa conducta es común en otras personas con SD de la misma edad? Sin embargo, deberá evitarse tener únicamente en cuenta esta consideración. Es decir, no todos los cambios de conducta y ánimo son a causa del síndrome. Además de tomar en consideración la edad mental, cuando se trata de establecer si una determinada conducta es normal para una persona con SD deben tenerse en cuenta muchos otros aspectos de su personalidad. Si conoce el comportamiento habitual de su hijo o alumno podrá identificar cuando existen conductas que no son típicas para él o ella en específico. Hay que tomar en cuenta las diferencias individuales. A continuación, se enlistan características que son comunes en el síndrome de Down, y que no deben considerarse como pruebas de la existencia de problemas de salud mental. Entre estas características se incluyen: • Diferencias en la respuesta emocional y en el desarrollo emocional. Las emociones de una persona con síndrome de Down pueden ser un reflejo de lo que está sucediendo a su alrededor. Por ejemplo, el enojo que usted percibe en casa en un momento puede deberse a algo que sucedió en la escuela o el trabajo. Asimismo se ha observado que hay una respuesta retrasada ante situaciones de duelo. • Retrasos en el lenguaje. Las limitaciones en el lenguaje pueden dar lugar a interpretaciones erróneas del comportamiento, ya que pueden ser la causa de emociones como frustración, ira, irritación… piense usted cómo se siente cuando alguien no entiende lo que quiere comunicar. Su hijo o alumno con síndrome de Down puede vivir constantemente esa situación. • Soliloquio (hablar solo). Si bien es cierto que el soliloquio puede formar parte de los criterios diagnósticos establecidos para los trastornos psicóticos, estos graves trastornos psiquiátricos se caracterizan por delirios, alucinaciones, retraimiento de la realidad, paranoia, estados emocionales inusuales y alteración del proceso mental. El soliloquio resulta apropiado para muchos adultos con síndrome de Down, desde el punto de vista del desarrollo mental, puesto que muchos niños con desarrollo típico de edades aproximadamente inferiores a los 6 años hablan solos. Una conducta similar, que resulta con frecuencia adecuada en relación con el desarrollo mental del adulto con síndrome de Down, es la utilización de los amigos imaginarios. • Tendencia a la monotonía o a la repetición. La costumbre o rutina tiene muchas ventajas, como la de ayudar al individuo a mantener un orden en su vida, y a optimizar la utilización de sus habilidades. Sin embargo, la falta de flexibilidad puede dificultar el afrontamiento de la realidad cambiante e imprevisible de la vida. Las rutinas y costumbres pueden interpretarse erróneamente como problemas de conducta.
Salud física y su relación con la salud mentalCuando se evalúa a un adulto con síndrome de Down a causa de cambios en su salud mental o por problemas conductuales, es importante hacer algo más allá de lo estrictamente psiquiátrico. Con frecuencia, vemos que existe una causa física subyacente que está originando o contribuyendo a ese trastorno mental o cambio de conducta. Situaciones como un dolor físico, trastornos en la visión o la audición, hipotiroidismo o problemas gastrointestinales, por mencionar algunos, pueden ser la causa directa o contribuir a los problemas de conducta o emocionales observables, como la ansiedad, depresión, agitación, agresión, aparente pérdida de habilidades cognitivas, etc. Enfermedades mentalesEn general, la presentación de la mayoría de los trastornos mentales, en las personas con SD, tiende a ser más compleja que en la población general. Por ejemplo, un trastorno de ansiedad puede manifestarse en forma de conducta autoagresiva o de hiperactividad. Los trastornos de adaptación a situaciones estresantes pueden mostrar igualmente síntomas más graves como la autolesión, alteraciones en el sueño o en la alimentación. Y, a la inversa: existen actitudes y síntomas que pueden parecer un trastorno y no serlo. Las patologías mentales más frecuentes en la población con SD corresponden a: 1. Trastornos afectivos 2. Trastornos psicóticos 3. Trastornos de comportamiento 4. Trastornos específicos del desarrollo del habla y del lenguaje 5. Enfermedad de Alzheimer Se recomiendan acciones preventivas para favorecer la salud mental y la inclusión de la persona con síndrome de Down. Información obtenida de DownEspaña, DownCiclopedia y Canal Down21.
1 Comentario
Paola Jacqueline López Villegas
4/25/2020 10:39:54 am
Gracias por la información, me gustó,, para estar más al pendiente,, todo es muy importante,, para mí,, como mamá de una niña con síndrome de down,, me gusta toda la información que nos mandan y me gustaría saber más sobre el hipotiroidismo y el hipertiroidismo,- gracias
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